sábado

Ejemplos Deportivos

La luz que irradia el conocimiento nos permite ver las cosas con claridad. En forma opuesta, la incertidumbre y la falta de ideas y planes para el futuro nos produce ceguera. En este sentido tengo presente que el sol es fuente de vida y energía.

La realidad económica de nuestra Argentina, el pasado sombrío de miles de artimañas y negociados políticos, y espero que no nuestro futuro, están plagados de situaciones de avaricia y búsqueda del poder para engrosar arcas personales. Pero también existen renombradas muestras de inoperancia e ineptitud. Falta de compromiso, desgano e irresponsabilidad, tampoco son ajenos a nuestra vida cotidiana, tanto particular como laboral.

Tal vez debamos buscar algunos ejemplos de argentinos que sí planifican y cumplen objetivos. Concienzudamente, con los recursos disponibles y con la convicción de que el trabajo serio da frutos. Y estos ejemplos los tuvimos a mano. Muchos hemos visto las finales de fútbol y básket; el juego por la medalla de bronce de hockey femenino; la excelente performance de Georgina Bardach en natación; y la garra de las tenistas argentinas, en los exitosos Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Me pregunto si en el grito de gol y en el desahogo final de cada triunfo, algún argentino habrá pensado que cada uno de esos logros no han sido casuales, sino, muy contrariamente, causales. ¿Sabremos que Marcelo Bielsa, aún después de un gran fracaso; que Roberto Magnano, desde que era ayudante de Lamas; que Sergio Vigil, con todos sus logros; que Georgina, con todas las piletas que nadó en su corta vida; que Patricia Tarabini y Paola Suárez, con su sacrificada preparación; y que muchos otros como Espínola, Selvetti y Damiddi; han planificado, trabajado, pensado, sudado, sacrificado para lograr lo que han logrado? Algunos con más apoyo, otros con menos, pero todos con lo que tenían, con lo que podían. Todos con ganas, con trabajo, con esfuerzo, con visión, con fe, con convicción.

Mi deseo es que estos ejemplos sean emulados por nuestros políticos, por nuestros periodistas, por nuestros funcionarios, por nuestros profesionales, por nuestros dirigentes, por cada uno de nosotros. Aunarse, con criterio y verdadera vocación, en cada actividad para lograr el triunfo en esta competencia eterna que es la vida.

Es otra ocasión para que cada uno aporte su buena voluntad para que el sol brille cada mañana. De a poco nos podríamos recuperar de las miopías y de las cegueras.

Septiembre 2004.


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