El sur argentino nos regala maravillosos paisajes naturales, con vistas preciosas de imponentes montañas y azules lagos cristalinos.
Increíble, después de un año de planes y de recorrer 1.600 kilómetros, llegamos a nuestro sitio soñado.
La ciudad de San Martín de los Andes es un típico pueblo de montaña, con mucha madera y piedra, techos con pronunciadas caídas, árboles y floridos jardines; una hermosa plaza y mucha paz. A esto se suma la maravillosa vista del Lago Lacar junto al cual se levanta la ciudad. Es imperdible la visita al mirador Bandurrias desde donde se puede observar toda la ciudad y además tener una magnífica vista del lago y del cordón cordillerano. Tomando el Camino de los Siete Lagos (RN 234), se accede al Cerro Chapelco, ideal para un día despejado, dado que se puede llegar al Cerro Teta y observar la cordillera en su máxima expresión, con la vista del Volcán Lanín, de lado argentino y el Volcán Villarrica, entre otros, en Chile.
Cerca de la ciudad, está Playa Catrite, sobre el Lacar. En verano, darse un chapuzón en sus cristalinas aguas resulta un verdadero placer.
El acceso a la pintoresca Villa Quila Quina, muy sinuoso y en subida, bordea la montaña y tiene pronunciadas pendientes, regalando excelentes vistas del lago y de la villa que tiene amplias playas, restaurant y camping.
Por el mismo Camino de los Siete Lagos llegamos a Villa la Angostura y a Bariloche. Es imperdible la belleza de los lagos que, en días soleados, nos deleita con distintos colores.
Desde Villa la Angostura, un coqueto pueblo a orillas del Lago Nahuel Huapi, se llega vía catamarán al conocido bosque de Arrayanes (actualmente, único en el mundo, existió otro en Japón pero fue destruído por la bomba atómica), o caminando los 15 km que lo separan de la villa (ojo que no es un camino para todos por su grado de dificultad).
Entre San Martín y La Angostura hay un empalme a la RP 65 que conduce a Villa Traful. Los 27 km del camino son muy vistosos y atraviesan varios arroyos y bosques añosos. La villa no es grande, pero es muy hermosa, y es ideal para aquellos que buscan paz en sus vacaciones. Hay campings organizados y cabañas de primer nivel y por supuesto, no hay vida nocturna. A 5 km se localiza el mirador Traful, una pared natural de roca de origen glaciario de unos 100 mts de altura que cae a pique sobre el Lago del mismo nombre, con una fantástica vista y que provoca la ascendencia de vientos provocando el fenómeno de devolución de objetos livianos.
Otra belleza imperdible es el Lago Huechulafquen, Paimún y el Volcán Lanín. Para llegar al lago, tomamos la RP 61 (saliendo de Junín de los Andes), costeando el río Chimehuín, famoso por ser un excelente pesquero de truchas. Desde Puerto Canoa sale un catamarán para recorrer el lago y desde donde también obtenemos una hermosa vista del volcán.
Hemos vivido inolvidables momentos y siempre nos tira volver. Es absolutamente recomendable, aunque es lejos y lamentablemente hacen falta algunos pesos, pero nunca nos arrepentimos.
Leonardo Chiappe - Septiembre 2004.
Increíble, después de un año de planes y de recorrer 1.600 kilómetros, llegamos a nuestro sitio soñado.
La ciudad de San Martín de los Andes es un típico pueblo de montaña, con mucha madera y piedra, techos con pronunciadas caídas, árboles y floridos jardines; una hermosa plaza y mucha paz. A esto se suma la maravillosa vista del Lago Lacar junto al cual se levanta la ciudad. Es imperdible la visita al mirador Bandurrias desde donde se puede observar toda la ciudad y además tener una magnífica vista del lago y del cordón cordillerano. Tomando el Camino de los Siete Lagos (RN 234), se accede al Cerro Chapelco, ideal para un día despejado, dado que se puede llegar al Cerro Teta y observar la cordillera en su máxima expresión, con la vista del Volcán Lanín, de lado argentino y el Volcán Villarrica, entre otros, en Chile.
Cerca de la ciudad, está Playa Catrite, sobre el Lacar. En verano, darse un chapuzón en sus cristalinas aguas resulta un verdadero placer.
El acceso a la pintoresca Villa Quila Quina, muy sinuoso y en subida, bordea la montaña y tiene pronunciadas pendientes, regalando excelentes vistas del lago y de la villa que tiene amplias playas, restaurant y camping.
Por el mismo Camino de los Siete Lagos llegamos a Villa la Angostura y a Bariloche. Es imperdible la belleza de los lagos que, en días soleados, nos deleita con distintos colores.
Desde Villa la Angostura, un coqueto pueblo a orillas del Lago Nahuel Huapi, se llega vía catamarán al conocido bosque de Arrayanes (actualmente, único en el mundo, existió otro en Japón pero fue destruído por la bomba atómica), o caminando los 15 km que lo separan de la villa (ojo que no es un camino para todos por su grado de dificultad).
Entre San Martín y La Angostura hay un empalme a la RP 65 que conduce a Villa Traful. Los 27 km del camino son muy vistosos y atraviesan varios arroyos y bosques añosos. La villa no es grande, pero es muy hermosa, y es ideal para aquellos que buscan paz en sus vacaciones. Hay campings organizados y cabañas de primer nivel y por supuesto, no hay vida nocturna. A 5 km se localiza el mirador Traful, una pared natural de roca de origen glaciario de unos 100 mts de altura que cae a pique sobre el Lago del mismo nombre, con una fantástica vista y que provoca la ascendencia de vientos provocando el fenómeno de devolución de objetos livianos.
Otra belleza imperdible es el Lago Huechulafquen, Paimún y el Volcán Lanín. Para llegar al lago, tomamos la RP 61 (saliendo de Junín de los Andes), costeando el río Chimehuín, famoso por ser un excelente pesquero de truchas. Desde Puerto Canoa sale un catamarán para recorrer el lago y desde donde también obtenemos una hermosa vista del volcán.
Hemos vivido inolvidables momentos y siempre nos tira volver. Es absolutamente recomendable, aunque es lejos y lamentablemente hacen falta algunos pesos, pero nunca nos arrepentimos.
Leonardo Chiappe - Septiembre 2004.
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