sábado

¡Muchas Gracias, Vicente Ruina!

Compartimos con ustedes la carta de agradecimiento que nos enviara Vicente Ruina. Aprovechamos la oportunidad para abrir este canal, que esperamos fluya entre nosotros. Amigo lector, tuya es la palabra, nuestra es la alegría.

Directora de la Revista Valor

Me dirijo a usted luego de haber leído su editorial y los artículos del Nº1 de la revista "VALOR". Me place comprobar los valores sobre los cuales han construido vuestra revista, valores que comparto plenamente. Y ello ha motivado en mi espíritu, un sentimiento de alegría y esperanza de comprobar que dichos valores no se han perdido en las actuales circunstancias que nos toca vivir, en un mundo rodeado de una atmósfera mercantilista y de egoísmo generalizado.
Debo manifestarle, que la primer palabra que acudió a mi mente al hojear la revista fue: ¡Aleluya! Sintetizaba en forma dramática y elocuente la sensación que los principios enunciados conmovieron mi mente.
Ante todo, debo felicitarla, felicitación que solicito haga extensiva a todos los que han colaborado en el inicio de dicha EMPRESA - AVENTURA a la que se lanzaron con valentía. Es una acción muy valiente lanzar una revista cuya meta no sea el logro de un crédito monetario, sino una verdadera cruzada desinteresada para ayudar a elevar nuestro nivel cultural.
Me conmoví al tener frente a mí una revista de distribución gratuita, que no se dirigía a un sector determinado de lectores, y que su contenido no fuese un vademécum de métodos cabalísticos o medicinales, que sin lugar a dudas, tienen por finalidad la discriminación sobre los posibles lectores.
Asimismo, me emocionó fuertemente que entre sus objetivos primarios se encontrase el de poder contribuir a la difusión de la vida cultural de nuestro pueblo, objetivo este, que brilla por su ausencia en la inmensa mayoría de las revistas de distribución gratuita y muchos medios informativos de nuestra comunidad.
Ello involucra y, por lo tanto, responsabiliza a que los lectores potenciales cambiemos nuestra acción ante la crisis que, desde hace tiempo, se adueñó de estas tierras con enormes falencias de Ética y Moral.
Pero este no es el principal motivo que me impulsó a enviarle estas líneas, sino que el mismo es el de contestar el pedido formulado en su editorial: el de iniciar una vía de comunicación. La revista aspira que, por medio de la comunicación con los vecinos ballesterenses, nazca una idea-fuerza que nos permita a todos construir una comunidad sobre la base de la solidaridad y el amor, como dice en el editorial, una comunidad mejor.
Por ello, hago mis más fervientes votos, para que cada lector haga suyo dicho sueño y brinde su desinteresado apoyo, para tratar de hacerlo realidad. Pedido que hago extensivo, y muy especialmente, a nuestros comerciantes, para que mediante su aviso publicitario no sólo permita la emisión regular e ininterrumpida, como así también, posibilitar que la revista se agrande día a día. No tengan la menor duda que el pueblo sabrá agradecer dicho gesto, comprando en los comercios que se sientan partícipes y estén de acuerdo con los principios sustentados por la revista.
Creo que es imprescindible que la revista asuma el liderazgo, sin desfallecimientos, para vencer los obstáculos que inevitablemente se presentarán, antes de alcanzar la meta trazada, convirtiéndose, a su vez, en la caja de resonancia de las opiniones y sugerencias de sus lectores.
Opino que los lectores podríamos contribuir con comentarios sobre la realidad que nos rodea, mediante el envío de artículos (propios o no) encaminados a despertar sentimientos solidarios en la comunidad. Es decir, que la revista se convierta en el vocero cultural de nuestra sociedad haciendo conocer a nuestros poetas, artistas plásticos, músicos, etc.
Por último, les auguro un venturoso porvenir a "nuestra revista VALOR", que se traducirá en mutuos beneficios, al posibilitar el cumplimiento de sus sueños. Quedando a sus gratas órdenes, tiene ya mi agradecimiento por la obra emprendida. Envío a Ud. mis más cordiales saludos.

Vicente Ruina
L.E. 3.245.617
Noviembre 2003.


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