La voz de la experiencia aconseja a las familias. Qué tener en cuenta a la hora de decidir cómo y dónde van a pasar, los chicos, sus ansiadas vacaciones.
Como los chicos son, en época de vacaciones, los grandes merecedores de descanso y distracción, muchas familias deciden que formen parte de una colonia de vacaciones. Entonces, reflotan dudas similares a las que aparecían al momento de elegir un jardín, o un colegio. Si su hijo/a nunca ha concurrido a una colonia, es recomendable anotarlo por una semana o quince días. Aunque sea muy abierto a los cambios y muy sociable, muchas veces sucede que no le gusta el lugar, la persona a cargo o alguna situación.
Una de mis principales sugerencias, antes de comenzar a elegir una colonia de vacaciones para sus hijos, es tener en cuenta el deseo de ellos; quizás, disfrutarían también ocupando su tiempo de ocio en lo que gustan, o jugando con usted. Para estos casos, existen las colonias de medio turno.
El primer paso es averiguar, ver, preguntar, pedir referencias. Hacer una buena recorrida para poder conocer la oferta de colonias que puedan llegar a estar a su alcance. A tener en cuenta:
1-Quién organiza la colonia. Un club, un colegio, un jardín de infantes, un grupo de profesores, el municipio, una agrupación religiosa, un grupo de gente voluntariosa o una agrupación política. Siempre es bueno buscar referencias. Si hay traslados, verficar que sean vehículos con choferes habilitados.
2-Dónde funciona la colonia. Uno de los puntos a considerar, es la seguridad que brinda el predio. Por ejemplo, si es exclusivo de dicha colonia o cualquier persona tiene acceso; si existen lugares riesgosos, como ser sectores en construcción o abandonados que presenten posibles riesgos; si brinda servicio médico de emergencia ; si hay guardavidas. Y obviamente, si es un lugar agradable, con sectores abiertos y otros cubiertos para los días de lluvia.
3-Quién estará a cargo de los chicos. Aquí vamos a necesitar las mismas exigencias que en un colegio. Las opciones serán: un/a profesor/a de educación física, una maestra jardinera, alguien de la organización sin ninguna experiencia o un adolescente de buena voluntad (como sucede en muchos casos aunque parezca risueño). La óptima elección es la de docentes experimentados o en formación, ya que son ellos los que van a guiar a nuestros hijos, en el juego más sencillo, el vocabulario empleado, durante los traslados, el turno de vestuario y las clases de natación.
4-El objetivo de la colonia. Generalmente, las colonias son deportivas, recreativas o mixtas. Como todo, ningún extremo es bueno. Las colonias deportivas estimulan a los niños principalmente en juegos y ejercicios técnicos propios de los deportes. Esto hace que las constantes explicaciones y correcciones, técnicas y reglamentarias, se hagan un poco engorrosas. Las colonias recreativas, en cambio, son menos dirigidas. En general, hay más actividades expresivas, canciones, y los juegos no tienen tantas reglas. Aquí, la necesidad natural de los chicos en edad escolar de competir y tener desafíos físicos con sus pares, no es satisfecha.
Recomiendo elegir una colonia mixta, con actividades deportivas, lúdicas y expresivas junto a la naturaleza.
Es conveniente tener bien claro dónde y en manos de quién vamos a dejar a nuestros hijos en vacaciones.
Germán Dupont - Diciembre 2003.
Como los chicos son, en época de vacaciones, los grandes merecedores de descanso y distracción, muchas familias deciden que formen parte de una colonia de vacaciones. Entonces, reflotan dudas similares a las que aparecían al momento de elegir un jardín, o un colegio. Si su hijo/a nunca ha concurrido a una colonia, es recomendable anotarlo por una semana o quince días. Aunque sea muy abierto a los cambios y muy sociable, muchas veces sucede que no le gusta el lugar, la persona a cargo o alguna situación.
Una de mis principales sugerencias, antes de comenzar a elegir una colonia de vacaciones para sus hijos, es tener en cuenta el deseo de ellos; quizás, disfrutarían también ocupando su tiempo de ocio en lo que gustan, o jugando con usted. Para estos casos, existen las colonias de medio turno.
El primer paso es averiguar, ver, preguntar, pedir referencias. Hacer una buena recorrida para poder conocer la oferta de colonias que puedan llegar a estar a su alcance. A tener en cuenta:
1-Quién organiza la colonia. Un club, un colegio, un jardín de infantes, un grupo de profesores, el municipio, una agrupación religiosa, un grupo de gente voluntariosa o una agrupación política. Siempre es bueno buscar referencias. Si hay traslados, verficar que sean vehículos con choferes habilitados.
2-Dónde funciona la colonia. Uno de los puntos a considerar, es la seguridad que brinda el predio. Por ejemplo, si es exclusivo de dicha colonia o cualquier persona tiene acceso; si existen lugares riesgosos, como ser sectores en construcción o abandonados que presenten posibles riesgos; si brinda servicio médico de emergencia ; si hay guardavidas. Y obviamente, si es un lugar agradable, con sectores abiertos y otros cubiertos para los días de lluvia.
3-Quién estará a cargo de los chicos. Aquí vamos a necesitar las mismas exigencias que en un colegio. Las opciones serán: un/a profesor/a de educación física, una maestra jardinera, alguien de la organización sin ninguna experiencia o un adolescente de buena voluntad (como sucede en muchos casos aunque parezca risueño). La óptima elección es la de docentes experimentados o en formación, ya que son ellos los que van a guiar a nuestros hijos, en el juego más sencillo, el vocabulario empleado, durante los traslados, el turno de vestuario y las clases de natación.
4-El objetivo de la colonia. Generalmente, las colonias son deportivas, recreativas o mixtas. Como todo, ningún extremo es bueno. Las colonias deportivas estimulan a los niños principalmente en juegos y ejercicios técnicos propios de los deportes. Esto hace que las constantes explicaciones y correcciones, técnicas y reglamentarias, se hagan un poco engorrosas. Las colonias recreativas, en cambio, son menos dirigidas. En general, hay más actividades expresivas, canciones, y los juegos no tienen tantas reglas. Aquí, la necesidad natural de los chicos en edad escolar de competir y tener desafíos físicos con sus pares, no es satisfecha.
Recomiendo elegir una colonia mixta, con actividades deportivas, lúdicas y expresivas junto a la naturaleza.
Es conveniente tener bien claro dónde y en manos de quién vamos a dejar a nuestros hijos en vacaciones.
Germán Dupont - Diciembre 2003.
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