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Un Artista y sus Luchas

El arte le ha permitido crecer como persona y salir de un momento difícil. Sus grabados han ganado premios internacionales y nacionales. Una carrera de veinticinco años, cuyos cimientos nacieron cuando era niño.

Ernesto Sábato ha dicho: “Presentar al artista Adrián Giacchetti me parece innecesario, su hermosa producción habla por sí sola”.

Desde 1970 lleva realizadas ciento setenta muestras de grabados, incluyendo quince en el extranjero. A lo largo de su carrera ha editado tres carpetas: “Sobre héroes y tumbas”, “Gotango” y “14 con el Tango”. Su más reciente creación estuvo en exposición hasta el 18 de noviembre en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en una muestra conjunta con el escultor Oscar Rivera, “Cristo pasó por acá” en maderas y fierros.

Su pasión por el arte se despertó mucho antes, cuando una afección asmática lo mantenía entre algodones y no le permitían realizar deportes. Esa energía se disipaba en pequeñas revistitas que armaba con sus dibujos. En la Escuela Secundaria llegará a editar con sus compañeros “Ataque”, inspirada en la legendaria “Hora Cero” de Editorial Frontera. Maestros y profesores intercedieron para que sus padres lo dejaran estudiar Dibujo. Las primeras dos luchas de Adrián se resuelven favorablemente. Primero, los médicos aconsejan que practicara algún deporte. Así, defenderá el arco de la primera de Hockey del Club Mitre. Segundo, su padre permitirá que el futuro artista se formara en la Escuela Belgrano.

A principios de los años setenta Giacchetti cumple un sueño, una de sus obras se exhibe junto a otras de Berni, en una muestra que el Museo Nacional del Grabado realizara en San Martín. “Para mí fue como jugar con Maradona”, recuerda, haciendo un paralelo entre arte y fútbol. Pero para esta época enfrenta otro problema. En 1972 ingresa en las listas negras del gobierno de facto de Lanusse, por su “Rojo Trelew”, cuando los militares levantaron una muestra en la Plaza Roberto Arlt y quemaron todo. Para 1976 se llamará a un exilio interno, refugiándose en la docencia. Sin embargo, realiza una serie surrealista, llamada “Ausencias y soledades” cuyos protagonistas eran “las sombras”.

Con el advenimiento de la democracia comienza el intercambio de direcciones de concursos en el exterior, llegando a participar en Italia, Francia, Rusia y Lituania. Logrará siete premios internacionales y otros sesenta y cinco a nivel nacional. Con Lituania se han creado fuertes lazos, ya que fue laureado con Mención de Honor en la Bienal de Panevezs 1991, premio “Theatre Life” de las galerías de artes de Vilnius 1992, premio Panevezys Kurija, y ha propiciado el intercambio de artistas entre ambos países. Tal es así, que el embajador de Lituania en nuestro país visita sus muestras en Argentina. Otros logros internacionales han sido: el Excelent Prize en la Bienal Print Exhibition de Quindao 2000, China; finalista en ITART 2001; tercero en Minigraphic World Wide 2001 organizado por la Academia de Pisa; y en 2002 obtuvo una mención en el Certamen Internacional Ex Libris del Museo Francaise de la Carte a Jover, Francia.

Los viajes y toda su carrera artística fue financiada por su rol de docente y otras actividades vinculadas con la pintura, el dibujo y el grabado. Ha realizado tapas de libros, y en breve se verá “La vuelta del Fierro” en las tapas de un libro que editará el Concejo Deliberante de General San Martín. Su ejercicio en la docencia también le ha valido muchos reconocimientos de artistas que citan en sus currículum vitae que han sido alumnos de él.

Asimismo, sus obras se venden en las distintas exposiciones, aun cuando el grabado no cuente en nuestro país con el desarrollo y la aceptación por parte del público como sí ocurre en Cuba, Brasil, Perú y Uruguay. De todos modos, la técnica permite obtener varias copias de un original, abaratando el costo por ejemplar, acercándose a la gente, y el Museo Nacional del Grabado está haciendo un gran trabajo fomentando la actividad.

Para Giacchetti el grabado cumple un rol social. “La estampa es magia. El brillo, la expresión, el relieve, la hacen mágica”, afirma con verdadera pasión. El grabado le sirvió para crecer como ser humano y también le ayudó en los momentos bravos. Adrián continúa su lucha contra un cáncer de pulmón. Su recuperación le ha inspirado los grabados “Cristo pasó por acá” que muestra a Cristo cargando su cruz en situaciones de la vida diaria. De los días difíciles, rescata el acercamiento de los verdaderos amigos, en los que se sintió acompañado y querido.

El fervor por lo artístico le sirvió de empuje, de fuerza, Con el apoyo de su familia escribió “La Partida de Berni”, motivado en el desconocimiento general que existe sobre la obra póstuma de Berni, inaugurada luego de su muerte, en la calle Perdriel de San Martín. Se trata de un homenaje a “La Partida del Martín Fierro”, en alusión al retiro hacia las pampas del escritor José Hernández. Un monumento que debemos conocer, respetar y difundir. “No nos olvidemos que somos la ciudad de la Tradición, demostrémoslo”, soslaya inapelable el artista.

Actualmente, está trabajando en su taller de San Andrés, creando para distintas muestras que lo invitan, algunos con más anticipación que otros. Por suerte, las tintas sintéticas secan rápido, y mientras algunas copias esperan por otra pasada, aprovecha el tiempo para ir delineando otros bocetos. Igualmente, fomenta muestras, tanto de artistas consagrados como nóveles, en la Biblioteca Serraz de San Martín.

Existe otra lucha, una que va más allá del Giacchetti artista. Es la lucha por la identidad, que se entrevera con el Giacchetti ser, con el Giacchetti hombre. “Rescatando nuestra identidad tendremos una posibilidad mayor de crecer. Si no, creceremos sin saber quienes somos”. Una necesidad de ofrecer su experiencia, su saber, sus obras, propias y obsequiadas, en favor de una sociedad más culta, más generosa, una sociedad mejor.

Gabriel Spinazzola - Noviembre 2005.


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