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Un Hombre, Dos Vocaciones

El reconocido periodista de amplia trayectoria en los distintos medios de comunicación, también es médico y ejerció como tal hasta 1994. Actualmente, conduce programas en radio y televisión y escribe columnas de opinión en el medio gráfico.

Al finalizar su programa radial matutino, en una de las oficinas de Radio La Red (AM 910) Valor conversó a solas con el Dr. Nelson Castro quien, en una charla amena y muy cordial, habló de su paso por San Martín, sus carreras profesionales y sus proyectos periodísticos.

-¿Qué vínculo lo une a San Martín?
-Nací en San Martín, y viví allí con mis padres hasta los cinco años. Estudié en el Colegio Nuestra Señora de Luján que tiene el campo de deportes en el predio del Círculo de Suboficiales de esa localidad. Actualmente resido en Villa Urquiza que está cerca, General Paz de por medio.

-¿Va seguido para el barrio que lo vio nacer?
-Suelo pasar bastante ya que voy a visitar a familiares que aún viven allí. No es una zona ajena a mi vida.

-¿Y cómo lo ve al partido?
-Siempre lo veo mal a San Martín. La verdad que pasar por esas calles deprime, sobre todo la zona de Villa Maipú. Es una pena porque es un lindo barrio con nexo a la Capital Federal. En estos últimos tiempos, me da la impresión que hay algunas cosas que están un poquito mejor de lo que eran antes. Aparentemente todos los episodios de corrupción que habían ocurrido en el pasado, por lo menos si hoy existen, no tienen la cuantía de lo que era anteriormente. Pero el aspecto del partido es feo, el estado de las calles es un diagnóstico de algo histórico que no cambia. Más allá de todos los problemas que han tenido en las distintas administraciones de la intendencia, las dificultades del terreno, considero que algo se puede hacer.

-¿Qué lo llevó a estudiar periodismo?
-Una vocación, como para la medicina. Tuve la suerte de hacer periodismo escolar en el colegio y eso me generó mucha inquietud. Ya de adolescente sabía que iba a estudiar periodismo y medicina.

Sintetiza y simplifica toda su dedicación, constancia, esfuerzo y trabajo para estudiar y ejercer las dos carreras al mismo tiempo en una sola palabra: metodología. En 1975, con tan sólo veinte años, egresó de la Escuela Superior de Periodismo del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires. Realizó un Master en Periodismo Político en Estados Unidos, al que accedió tras haber sido becado entre 1500 aspirantes de todo el mundo. Cursó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires de la cual se recibió con el título de Médico con Diploma de Honor.

-Trabajó como médico hasta 1994. ¿A qué se debió el abandono de la profesión?
-La popularidad tuvo su costo en eso, hacía imposible seguir el desarrollo de la profesión sin que la contaminara. Tuve que elegir ya que había gente que venía a ver al personaje que estaba en radio y televisión más que al médico. Yo ya había decidido que el día que eso ocurriera lo iba a considerar incompatible con la ética de la práctica de la medicina. Por lo tanto, lamentablemente, tuve que dejarla. Realmente lo hacía con enorme gusto.

-Ejerce el periodismo en los ámbitos radial, televisivo y gráfico. ¿Cuál podría decir que disfruta más?
-Por supuesto que disfruto todo lo que hago. La radio tiene el encanto de lo espontáneo y la interacción instantánea con el oyente, y eso no lo tiene ni la televisión ni el diario. La radio permite ese contacto permanente que es único.

En tanto años de intensa labor periodística, el Dr. Nelson Castro ha tenido que cubrir acontecimientos de todo tipo, dar buenas y malas noticias. Pero hubo una transmisión que lo marcó, que le resultaba increíble estar viviéndolo. “El episodio de esas características más impresionante sin duda tuvo que ver con el atentado terrorista a las Torres Gemelas. Que yo fuera el único periodista argentino que estaba en Nueva York ese día, en ese momento, hizo que tomara un gran protagonismo al ser la voz que le contaba a la Argentina lo que estaba sucediendo allá. Efectivamente es un hecho que será inolvidable en mi vida. La verdad es que va pasando el tiempo y uno lo va viendo como si fuera una película”, recuerda removiendo sensaciones no tan lejanas.

-¿A qué personalidad le hubiese gustado entrevistar y no lo pudo hacer hasta ahora?
-Muchos, la lista es enorme. Presidentes, intelectuales, deportistas, hombres de la religión. Para un periodista siempre el listado es largo. Cada personaje tiene un elemento de interés particular que despierta inquietud en nosotros.

-De todos los premios que recibió, ¿hay alguno que tenga un valor especial?
-Yo los quiero a todos por igual. Tal vez uno de los que más recuerdo es la primera vez que gané el Premio Internacional de Nueva York, porque cambió mi carrera profesional y me puso en el escenario para jugar en primera. Y después, el Premio Rey de España, porque por primera vez lo ganaba un periodista argentino en radio.

Esta distinción que comenta Castro se la otorgaron en 1994 por su documental “Diez años de democracia: una década para recordar”. A lo largo de su carrera profesional recibió varias veces premiaciones como el Martín Fierro, Fundación Konex, Broadcasting y Santa Clara de Asís, entre otros.

El periodista es miembro de la Academia Nacional de Periodismo y además de su labor en los distintos medios de comunicación, participa de conferencias sobre temas de actualidad.

-Una última pregunta: ¿Qué proyectos tiene en lo inmediato?
-El presente está lleno de proyectos, así que seguimos trabajando acá en la radio y en la tele. Estamos muy contentos también con los programas de música clásica que estamos haciendo en Canal á. Es una aproximación de la música clásica con presentaciones en vivo de solistas y conjuntos orquestales y corales de todo el país. La idea es conectar al público con el artista, conociendo sus pareceres, sus gustos artísticos y su opinión sobre la realidad en la cual desarrolla su carrera. Por otro lado, tenemos programado para el año que viene viajes al interior para realizar programas de radio desde allí. Creo que en la vida siempre hay que tener proyectos.

Alejandra Cinquemani - Septiembre 2005.


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