El sitio web Chacaritanet presentó al nuevo ídolo funebrero en un video-chat. Los fanáticos del Mono piden “Selección”. El arquero de Chacarita está pasando por un momento excelente.
¿Cómo explicar una pasión? ¿Cómo explicar un sentimiento? ¿Cómo explicar una devoción? Las definiciones del diccionario de la Real Academia Española pueden acercarnos a una explicación. Pero creo que una excelente manifestación, palpable y constatable, de ellas es el fútbol. La vida del hincha, conjuga estos tres sustantivos con sus colores y con sus jugadores. Jugadores, de ayer, de hoy, de siempre.
San Martín cuenta con una de las hinchadas de mayor fervor y más apasionadas del país. Y a juzgar por cómo se vive el fútbol en otras latitudes, me atrevo a decir del mundo. La gente de Chacarita es una fiel expresión de fanatismo y emotividad. Hoy día veneran a uno de sus nuevos ídolos.
El imbatible Mono llega cerca de las 22.30 y toma su lugar frente a la web-cam que llevará su imagen por el espacio virtual. En el chatroom tricolor lo aguardan fanas de todas partes. A la primera pregunta le anteceden un sinnúmero de felicitaciones y pedidos de selección.
Navarro Montoya, con mucha convicción afirma: “Sigo pensando en la Selección Argentina”. La inhabilitación que pesaba sobre él fue levantada hace un tiempo. Por ello varios mensajes instantáneos son del tipo “¿Bielsa no tiene tu celular?”, o “Hay que avisarle a Bielsa que estás atajando”.
El ex-Boca llegó a Chacarita a reemplazar nada menos que a Vivaldo, un verdadero ídolo funebrero. “Sentí la responsabilidad de ganarme un lugar”, confiesa.
“Estoy en mi mejor momento”, dice el inventor de La de Dios. Aclara que “es un recurso” y que no la utiliza porque la haya patentado. Tampoco vuela para la foto, sino “por necesidad”.
Alguien tira la frase de que el Mono es un Fiat 600, recordando declaraciones de Chilavert luego de aquél Vélez-Boca en Liniers. Pero, rápidamente, como cuando hay que achicarle el ángulo al delantero, el golero responde que es “un Navarro Montoya Full” y que tampoco está enojado con Castrilli por aquel partido.
Respecto de su futuro comenta que por ahora sólo piensa en Chacarita, pero que le gustaría jugar en cualquier equipo de Inglaterra. Que por ahora no piensa en el retiro y que, cuando llegue ese momento, le gustaría ser técnico de Chacarita. “Pero dentro de muchos años, ¡eh!”, acota para hacer ver que hay Mono para rato.
De los jóvenes guardametas, le gustan Olave (Gimnasia), Franco (en España) y Molian (Independiente). Sus mejores técnicos fueron: “Pastoriza, Basile y Menotti”. No cree que haya mala intención con los jugadores habilidosos, pero sí piensa que existen diferencias entre las camisetas de “pobres y ricos”.
Conoce de buenos y malos dirigentes deportivos. “El fútbol debe estar manejado por gente capacitada”, asevera seriamente. Piensa que es “una injusticia la quita de tres puntos a Chacarita” y que seguramente “no le hubieran descontado puntos de haberse tratado de Boca o River”.
Los hinchas funebreros están preocupados por el tema del descenso. Actualmente la entidad de San Martín se encuentra fuera de la zona de promoción. Por eso algunos ya piensan en el próximo torneo. “Por ahora vamos sumando, y esperamos llegar lo más lejos posible en el Apertura”, dice Montoya.
Consultado sobre la situación actual de Chicho Serna, el Mono cuenta que “Chicho se está poniendo bien físicamente” y que además “es un buen tipo para el grupo”. El factor físico es muy importante para el jugador. Por eso, aconseja que hay que comer de todo, pero en su justa medida. “Los excesos son malos”, justifica.
“Nunca tuve miedo escénico en una cancha”, enfatiza el Mono. “Pero la noche en Chile contra el Colo Colo, fue terrible”, recuerda. “Quedamos demorados en la comisaría, y yo con la mordida del perro”. Pero cuenta que su peor momento se dio en España, cuando se lesionó y no podía jugar.
Para Navarro Montoya, el mejor gol se lo hizo el Beto Acosta jugando para San Lorenzo. Una bolea de derecha desde cerca del área grande, que se metió en el ángulo superior derecho.
En cuanto a las atajadas, un hincha le recuerda un mano a mano con el Polillita Da Silva en un River-Boca, que sacó abajo a la derecha. El Mono confirma con un: “¡Qué buena memoria!”, mientras asiente con la cabeza.
Otros hinchas le piden un gol, aún cuando el arquero ha declarado que lo suyo es atajar. El pedido se acrecienta, y todos piden que ejecute un penal. “Lo haría si no hubiera un compañero que esté en mejores condiciones de hacerlo”, responde con la responsabilidad que lo caracteriza.
Carlos Fernando Navarro Montoya vivía en Floresta y debutó en el arco de Vélez Sarsfield en 1984. Jugó una temporada en Independiente de Santa Fé de Colombia para luego retornar a Vélez. Protegió el arco xeneize desde 1988 hasta 1996, año en que emigró a España. Extremadura, Mérida y Tenerife. Una escala en Deportes Concepción de Chile, para llegar a defender los colores tricolores de Chacarita a partir del 2002.
Otro participante del chat escribe “Mono, si seguís así, vas a igualar a Pedro Catalano”. Carlos, Alejandro de la página de Chacarita y yo, nos miramos extrañados y al unísono lanzamos un: “¿Por?”. “Porque él jugó hasta los 40”, responde el hincha que ha tenido una participación activa en el chat. Será la edad que tendrá el colombiano, argentino por opción, en el 2006, año en que se jugará el Mundial. No sé si el Mono tendrá el nivel de hoy en el futuro, pero para llegar al Mundial se debe ganar la eliminatoria. Para ganar la eliminatoria debemos tener el mejor plantel. El mejor plantel debe tener el mejor arquero.
Chacaritanet informa que el asado está listo y que se está por terminar el video-chat. La gente agradece la presencia del Mono y el esfuerzo de los chicos de la página. Navarro Montoya también agradece, comenta que la hinchada de Chaca se portó de maravillas con él y se despide con un: “Fue un placer para mí estar acá”.
Termina la cena, y el Mono debe retirarse a descansar. “Es que mañana entrenamos”, se justifica sin necesidad. Toda una muestra de profesionalismo, como lo hace en la cancha, en los vestuarios, en los entrenamientos. Un profesional en el fútbol, un caballero en la vida.
La gente de Chacaritanet está contenta. Acaban de ofrecerle a los fanáticos la oportunidad de estar cerca de uno de sus nuevos ídolos. Y a mí, la oportunidad de conocer una parte de un mundo de pasión, sentimiento y devoción.
Gabriel Spinazzola - Diciembre 2003.
¿Cómo explicar una pasión? ¿Cómo explicar un sentimiento? ¿Cómo explicar una devoción? Las definiciones del diccionario de la Real Academia Española pueden acercarnos a una explicación. Pero creo que una excelente manifestación, palpable y constatable, de ellas es el fútbol. La vida del hincha, conjuga estos tres sustantivos con sus colores y con sus jugadores. Jugadores, de ayer, de hoy, de siempre.
San Martín cuenta con una de las hinchadas de mayor fervor y más apasionadas del país. Y a juzgar por cómo se vive el fútbol en otras latitudes, me atrevo a decir del mundo. La gente de Chacarita es una fiel expresión de fanatismo y emotividad. Hoy día veneran a uno de sus nuevos ídolos.
El imbatible Mono llega cerca de las 22.30 y toma su lugar frente a la web-cam que llevará su imagen por el espacio virtual. En el chatroom tricolor lo aguardan fanas de todas partes. A la primera pregunta le anteceden un sinnúmero de felicitaciones y pedidos de selección.
Navarro Montoya, con mucha convicción afirma: “Sigo pensando en la Selección Argentina”. La inhabilitación que pesaba sobre él fue levantada hace un tiempo. Por ello varios mensajes instantáneos son del tipo “¿Bielsa no tiene tu celular?”, o “Hay que avisarle a Bielsa que estás atajando”.
El ex-Boca llegó a Chacarita a reemplazar nada menos que a Vivaldo, un verdadero ídolo funebrero. “Sentí la responsabilidad de ganarme un lugar”, confiesa.
“Estoy en mi mejor momento”, dice el inventor de La de Dios. Aclara que “es un recurso” y que no la utiliza porque la haya patentado. Tampoco vuela para la foto, sino “por necesidad”.
Alguien tira la frase de que el Mono es un Fiat 600, recordando declaraciones de Chilavert luego de aquél Vélez-Boca en Liniers. Pero, rápidamente, como cuando hay que achicarle el ángulo al delantero, el golero responde que es “un Navarro Montoya Full” y que tampoco está enojado con Castrilli por aquel partido.
Respecto de su futuro comenta que por ahora sólo piensa en Chacarita, pero que le gustaría jugar en cualquier equipo de Inglaterra. Que por ahora no piensa en el retiro y que, cuando llegue ese momento, le gustaría ser técnico de Chacarita. “Pero dentro de muchos años, ¡eh!”, acota para hacer ver que hay Mono para rato.
De los jóvenes guardametas, le gustan Olave (Gimnasia), Franco (en España) y Molian (Independiente). Sus mejores técnicos fueron: “Pastoriza, Basile y Menotti”. No cree que haya mala intención con los jugadores habilidosos, pero sí piensa que existen diferencias entre las camisetas de “pobres y ricos”.
Conoce de buenos y malos dirigentes deportivos. “El fútbol debe estar manejado por gente capacitada”, asevera seriamente. Piensa que es “una injusticia la quita de tres puntos a Chacarita” y que seguramente “no le hubieran descontado puntos de haberse tratado de Boca o River”.Los hinchas funebreros están preocupados por el tema del descenso. Actualmente la entidad de San Martín se encuentra fuera de la zona de promoción. Por eso algunos ya piensan en el próximo torneo. “Por ahora vamos sumando, y esperamos llegar lo más lejos posible en el Apertura”, dice Montoya.
Consultado sobre la situación actual de Chicho Serna, el Mono cuenta que “Chicho se está poniendo bien físicamente” y que además “es un buen tipo para el grupo”. El factor físico es muy importante para el jugador. Por eso, aconseja que hay que comer de todo, pero en su justa medida. “Los excesos son malos”, justifica.
“Nunca tuve miedo escénico en una cancha”, enfatiza el Mono. “Pero la noche en Chile contra el Colo Colo, fue terrible”, recuerda. “Quedamos demorados en la comisaría, y yo con la mordida del perro”. Pero cuenta que su peor momento se dio en España, cuando se lesionó y no podía jugar.
Para Navarro Montoya, el mejor gol se lo hizo el Beto Acosta jugando para San Lorenzo. Una bolea de derecha desde cerca del área grande, que se metió en el ángulo superior derecho.
En cuanto a las atajadas, un hincha le recuerda un mano a mano con el Polillita Da Silva en un River-Boca, que sacó abajo a la derecha. El Mono confirma con un: “¡Qué buena memoria!”, mientras asiente con la cabeza.
Otros hinchas le piden un gol, aún cuando el arquero ha declarado que lo suyo es atajar. El pedido se acrecienta, y todos piden que ejecute un penal. “Lo haría si no hubiera un compañero que esté en mejores condiciones de hacerlo”, responde con la responsabilidad que lo caracteriza.
Carlos Fernando Navarro Montoya vivía en Floresta y debutó en el arco de Vélez Sarsfield en 1984. Jugó una temporada en Independiente de Santa Fé de Colombia para luego retornar a Vélez. Protegió el arco xeneize desde 1988 hasta 1996, año en que emigró a España. Extremadura, Mérida y Tenerife. Una escala en Deportes Concepción de Chile, para llegar a defender los colores tricolores de Chacarita a partir del 2002.
Otro participante del chat escribe “Mono, si seguís así, vas a igualar a Pedro Catalano”. Carlos, Alejandro de la página de Chacarita y yo, nos miramos extrañados y al unísono lanzamos un: “¿Por?”. “Porque él jugó hasta los 40”, responde el hincha que ha tenido una participación activa en el chat. Será la edad que tendrá el colombiano, argentino por opción, en el 2006, año en que se jugará el Mundial. No sé si el Mono tendrá el nivel de hoy en el futuro, pero para llegar al Mundial se debe ganar la eliminatoria. Para ganar la eliminatoria debemos tener el mejor plantel. El mejor plantel debe tener el mejor arquero.
Chacaritanet informa que el asado está listo y que se está por terminar el video-chat. La gente agradece la presencia del Mono y el esfuerzo de los chicos de la página. Navarro Montoya también agradece, comenta que la hinchada de Chaca se portó de maravillas con él y se despide con un: “Fue un placer para mí estar acá”.
Termina la cena, y el Mono debe retirarse a descansar. “Es que mañana entrenamos”, se justifica sin necesidad. Toda una muestra de profesionalismo, como lo hace en la cancha, en los vestuarios, en los entrenamientos. Un profesional en el fútbol, un caballero en la vida.
La gente de Chacaritanet está contenta. Acaban de ofrecerle a los fanáticos la oportunidad de estar cerca de uno de sus nuevos ídolos. Y a mí, la oportunidad de conocer una parte de un mundo de pasión, sentimiento y devoción.
Gabriel Spinazzola - Diciembre 2003.
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