Hola amigos. Hoy les escribo para contarles mi historia. Después de vivir toda mi vida en Villa Ballester, un 20 de Mayo del 2001, uní mi vida con el hombre que amo y juntos decidimos partir hacia uno de los que llaman primeros países del mundo: CANADÁ.
Hace ya dos años y medio que vivimos en la ciudad de Toronto perteneciente a la provincia de Ontario.
Uno llega con una barrera muy grande, el idioma. Llegás pensando en la igualdad de libertad, de oportunidades, en el bienestar, sobre todo en la seguridad y el deseo de progresar. La ilusión de ser reconocido por lo que sos, por tus logros y no por lo que tenés. Pero, existe un gran abismo al arribar.
Cuando uno llega a Canadá, se encuentra muchos beneficios, aclarando que uno cuenta con un status legal, es decir, posee la residencia permanente en el país. Entonces, uno goza por ejemplo de una asistencia médica, clases de inglés como segunda lengua gratis, lugares donde facilitan todos los elementos, desde un lápiz hasta fax, computadoras, libros y cursos gratuitos de cómo buscar trabajo. De la teoría a la práctica existe un abismo, reitero. Si bien es un país con muchas similitudes a su país madre (Estados Unidos), aquí existen algunas diferencias. Cuando uno sale a buscar trabajo le piden experiencia canadiense, cosa rara en un recién llegado. Luego te preguntan por el acento de dónde sos y, lamentablemente para los nacidos en Argentina, no les va muy bien. En general, no somos muy bien reconocidos, aunque tenemos aspectos positivos para ellos como el tango, Maradona, el mate, el gaucho y la fuerza para trabajar. Vale mencionar que no sólo los argentinos, sino los latinos en general, dejan la vida en el trabajo. Pero, una desventaja que tenemos es la fama de chantas, de piolas, que si bien todos no somos de igual manera, aquí entramos en la misma bolsa, al principio.En Canadá uno encuentra gente de todo el mundo, cada cual con sus trajes, sus creencias, sus costumbres de comida, de religión, etc.
Si hablamos del sistema de salud, el mismo es afrontado por el gobierno. Todo residente posee iguales beneficios, pero las consultas médicas no duran más de quince minutos contralados por reloj, y si uno se pasa de ese tiempo, el profesional se levanta de la silla como haciéndole saber a uno que ya está en el tiempo límite. Existe mucha tecnología en cuanto a los hospitales y la Medicina en general. Pero la mayoría de los médicos, duele decirlo, no lo sabe usar. Realmente es aspecto deja mucho que desear.
La vida social es muy pobre, muy aburrida y muy monótona. Todos están acostumbrados a trabajar, salir de sus trabajos, ir a sus casas y ahí se termina todo. ¡Ah!, eso sí, antes de llegar a sus casas el hombre o la mujer (ya que ambos trabajan en la familia) no olvidan de pasar a buscar a sus hijos por los "Day-care", lugares como guarderías donde pasan prácticamente todos los días y todo el día al cuidado de una maestra.
Los lugares para ir a comer, un sábado o domingo culminan a las 23 hs, los supermercados y demás, el fin de semana cierran a las 18 hs. ¿Y después? Y después a casa a tratar de enganchar algo en la tele que nunca hay nada, pagando el cable de 50 dólares por mes porque de lo contrario no hay tele, no existe canal alguno sin cable.
Ahora Canadá está pasando por un momento económico muy importante. El dólar canadiense está muy parejo con el dólar americano y eso no les ayuda. Por lo tanto, muchas empresas de Estados Unidos están dejando este país y, hoy por hoy, las cosas aumentan y los sueldos se están manteniendo. Ya no existen todas las calles limpias y sin un pozo. La inseguridad existe, depende de la zona donde uno resida, por supuesto que no es un punto comparable con Argentina. Sin embargo también ocurren asesinatos, secuestros, y demás delitos.
Digamos que un residente con tres o cuatro años en el país, sólo puede mantenerse, ni hablar de darse algún gusto.
En fin amigos, quizá para los que hoy leen este artículo y piensan que cualquier lugarcito es mejor que Argentina, nosotros aquí la estamos luchando y muy duro. Este país no es como parece, cambió mucho y aún sigue haciéndolo y, lamentablemente, no para mejor. Sí existe un gobierno más creíble y confiable, sin duda, que el que posee Argentina. La policía es muy respetada. No EXISTE la coima ya que los policías (con entrenamiento constante, perfecto estado físico y patrullas nuevas con el tanque lleno) ganan muy bien y no necesitan de la famosa “cometa” para poder mantener a su familias y llegar a fin de mes. Ese es un punto muy positivo. Existe una credibilidad real en cuanto a un oficial de policía, algo muy anhelado por los argentinos.
Hoy simplemente quise que, brevemente, conozcan nuestra historia desde el lugar que me alejó de mi Argentina y de todos mis seres queridos. Si de algo les sirve, uno nunca se siente UNO fuera de su patria, uno hace afuera lo que jamás pensó hacer en su país, desde limpiar pisos hasta inodoros (disculpen el término) pero todos al salir de nuestro país padecemos lo mismo. Por eso: ¡Luchen hasta lo imposible para lograr lo que quieren! No siempre es pensar que afuera está el mejor camino. Hoy, después de casi tres años de ausencia en nuestra Argentina y con un embarazo de cinco meses les digo: un fuerte abrazo a todos nuestros familiares, amigos y un especial saludo a mi querido Instituto Santa Ana.
Si Dios quiere y nos da fuerza, estaremos nuevamente en nuestra patria definitivamente con más fuerzas que nunca, con muchos temores por supuesto, pero con un poquito más de ganas.
Pongámos todo nuestro esfuerzo y juntos levantemos a la Argentina, que su gente y el país son hermosos. Poseemos todos los climas para cualquier tipo de actividad. Sí, lástima el gobierno, pero también todos somos parte de él.
Fuerza y adelante, que no hay nada de especial fuera de nuestra querida patria.
Saludos y hasta muy pronto.
Alejandra y Daniel - Marzo 2004.
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