Existe un teatro en el barrio, a pocos minutos de nuestras casas. Su objetivo principal es formar artistas completos que sepan actuar, bailar y cantar. Además, dictan clases de teclado, saxo, batería y guitarra.
Mario Rohhio y su esposa, Magalí Avila, son dos jóvenes que han decidido apostar fuerte al arte teatral y al barrio. De esta combinación nació la Factoría Cultural Recre-Arte hace ya cuatro años. Mario nos invita a conocer esta “fábrica de artistas” a través de sus palabras.
-¿Cómo empezó este proyecto?
-Todo nació por Magalí. Nos casamos y estuvo los primeros dos años sin hacer nada acá en Argentina. Ella es mejicana, coreógrafa, estudió ocho años en academias de EE.UU., hizo cursos de escritora, de dirección de obras, es actriz, y todo lo que sé lo aprendí de ella.
Un día fue a un gimnasio para ejercitar su cuerpo, la profesora le dijo que se movía bien y ella le contó que era coreógrafa y la dejó mostrar, en una clase, lo que sabía hacer.
-¿Y cómo le fue?
-Como 15 chicas se engancharon, y el dueño del gimnasio le pidió que empezara a dar clases de danza jazz. Hizo una muestra a fin de año, las chicas se entusiasmaron aún más y así pasaron tres años. Después quisimos que tenga un lugar propio y pensamos alquilar un salón.
-¿Por qué este lugar?
-La dueña de una casa que habíamos ido a ver nos dijo que tenía un galpón. Lo vinimos a ver y los dos nos enamoramos del lugar, le hice una propuesta a la inmobiliaria y en septiembre del ‘98 lo compramos. La idea era hacer una oficina y un escenario, no pretendíamos más que eso.
-¿Y después que pasó?
-Estábamos haciendo una obra que había nacido de una muestra que hizo Magalí con sus alumnas y conocimos a Alex Smith. Él hacía teatro, entonces le mostramos el lugar y le pedimos que diseñe un teatro. Lo hizo, nos gustó y lo empezamos a implementar. Fue un trabajo duro, hecho a pulmón, lo hacíamos nosotros mismos como podíamos, y después a limpiar todo.
-¿Cuándo y cómo inauguraron?
-Inauguramos el 14 de julio de 2000, todo menos el escenario. La platea era el escenario en sí, se hacía en medio del público lo que le daba un toque distinto. Dos años después terminamos el escenario, la sala se pudo ampliar y ahora entran 150 personas. También hay vestuarios, camerinos, baños con duchas para los actores, y una fosa. Abrimos con una obra de teatro a la danza que había escrito Magalí y estuvo en cartel cuatro meses. También se hizo Calígula en una versión más actual dirigida por Alex.
-Por lo que contás, no es un teatro tradicional...
-A nosotros el teatro clásico mucho no nos gusta. Creemos que el tipo de teatro que hacemos es para todo el mundo, no sólo para los entendidos en la materia. Queremos que sea más popular, que la gente pueda venir a ver una obra, divertirse y entenderla. Muchos ya conocen nuestro estilo, a algunos les gusta y a otros no.
-¿Cómo surge el nombre Recre-Arte?
-Cuando estábamos por abrir el lugar, Alex, Magalí, Roxana y yo formábamos el equipo de coordinación. Buscamos un nombre, y ahí se me ocurrió Recre-Arte, de casualidad.
-¿Por qué Factoría Cultural?
-Factoría porque nuestro objetivo es fabricar artistas en todos los aspectos: teatro, música y danza. Este año empezamos a integrar las tres ramas danza-teatro-canto en un taller de comedia musical que duró tres meses.
-¿Cómo respondieron los alumnos? ¿Se engancharon?
-Muchos vienen a hacer un hobby de la actividad y nosotros queremos realmente formar gente. De un grupo de quince personas, cuando les empezamos a exigir un poco más de compromiso, tal vez quedan cinco. Nuestro deseo es que los que están estudiando acá, algún día puedan trabajar arriba del escenario y presentarse a casting en otras obras. Por ejemplo, dos chicos de acá están trabajando con Federico Herrera (el que hizo Ana Frank El musical), y van a hacer el Jorobado de Notre Dame en el Complejo Plaza de San Martín.
-Contanos acerca de las obras que estuvieron haciendo.
-El año pasado apostamos a la comedia dramática con el Show del terror. Era una obra muy televisiva, había bastante violencia en forma de discriminación y muchos adolescentes se prendieron. Incluso cuando cerramos el ciclo, después de haber estado en Capital, volvimos y estuvimos cuatro meses más acá para finalizar donde empezamos.
-Y actualmente, ¿qué obras están presentando?
-Hasta agosto seguimos con Robinhood... y Suamigoelnegro, que es una parodia y en julio se estrena el Cornudo Imaginario de Moliere. Este año decidimos apuntar al humor.
-¿Qué proyectos tienen?
-Tenemos pensado hacer más obras. Pedimos que nos traigan videos de otras compañías para que se muestren acá. Pero hasta ahora no vimos algo que nos convenza por el nivel de actuación y la puesta de escena. Queremos que lo nuestro sea lo peor, y así poder aprender. También vamos a apostar a más obras de producción nuestra, para poder estrenarlas en marzo del año próximo.
-¿Cómo se sienten después de estos primeros cuatro años?
-Estamos contentos porque ya hay un público que nos conoce, que vino a ver las obras o a tomar clases. La gente identifica Recre-Arte porque nosotros todos los sábados, una o dos horas antes del espectáculo, volanteamos caracterizados, y eso atrae mucho. Somos los únicos que lo hacemos en la zona, y además actuamos en la calle.
¿Qué vas a hacer el próximo sábado a la noche?
Alejandra Cinquemani - Julio 2004.
Mario Rohhio y su esposa, Magalí Avila, son dos jóvenes que han decidido apostar fuerte al arte teatral y al barrio. De esta combinación nació la Factoría Cultural Recre-Arte hace ya cuatro años. Mario nos invita a conocer esta “fábrica de artistas” a través de sus palabras.
-¿Cómo empezó este proyecto?
-Todo nació por Magalí. Nos casamos y estuvo los primeros dos años sin hacer nada acá en Argentina. Ella es mejicana, coreógrafa, estudió ocho años en academias de EE.UU., hizo cursos de escritora, de dirección de obras, es actriz, y todo lo que sé lo aprendí de ella.
Un día fue a un gimnasio para ejercitar su cuerpo, la profesora le dijo que se movía bien y ella le contó que era coreógrafa y la dejó mostrar, en una clase, lo que sabía hacer.
-¿Y cómo le fue?
-Como 15 chicas se engancharon, y el dueño del gimnasio le pidió que empezara a dar clases de danza jazz. Hizo una muestra a fin de año, las chicas se entusiasmaron aún más y así pasaron tres años. Después quisimos que tenga un lugar propio y pensamos alquilar un salón.
-¿Por qué este lugar?
-La dueña de una casa que habíamos ido a ver nos dijo que tenía un galpón. Lo vinimos a ver y los dos nos enamoramos del lugar, le hice una propuesta a la inmobiliaria y en septiembre del ‘98 lo compramos. La idea era hacer una oficina y un escenario, no pretendíamos más que eso.
-¿Y después que pasó?
-Estábamos haciendo una obra que había nacido de una muestra que hizo Magalí con sus alumnas y conocimos a Alex Smith. Él hacía teatro, entonces le mostramos el lugar y le pedimos que diseñe un teatro. Lo hizo, nos gustó y lo empezamos a implementar. Fue un trabajo duro, hecho a pulmón, lo hacíamos nosotros mismos como podíamos, y después a limpiar todo.
-¿Cuándo y cómo inauguraron?
-Inauguramos el 14 de julio de 2000, todo menos el escenario. La platea era el escenario en sí, se hacía en medio del público lo que le daba un toque distinto. Dos años después terminamos el escenario, la sala se pudo ampliar y ahora entran 150 personas. También hay vestuarios, camerinos, baños con duchas para los actores, y una fosa. Abrimos con una obra de teatro a la danza que había escrito Magalí y estuvo en cartel cuatro meses. También se hizo Calígula en una versión más actual dirigida por Alex.
-Por lo que contás, no es un teatro tradicional...
-A nosotros el teatro clásico mucho no nos gusta. Creemos que el tipo de teatro que hacemos es para todo el mundo, no sólo para los entendidos en la materia. Queremos que sea más popular, que la gente pueda venir a ver una obra, divertirse y entenderla. Muchos ya conocen nuestro estilo, a algunos les gusta y a otros no.
-¿Cómo surge el nombre Recre-Arte?
-Cuando estábamos por abrir el lugar, Alex, Magalí, Roxana y yo formábamos el equipo de coordinación. Buscamos un nombre, y ahí se me ocurrió Recre-Arte, de casualidad.
-¿Por qué Factoría Cultural?
-Factoría porque nuestro objetivo es fabricar artistas en todos los aspectos: teatro, música y danza. Este año empezamos a integrar las tres ramas danza-teatro-canto en un taller de comedia musical que duró tres meses.
-¿Cómo respondieron los alumnos? ¿Se engancharon?
-Muchos vienen a hacer un hobby de la actividad y nosotros queremos realmente formar gente. De un grupo de quince personas, cuando les empezamos a exigir un poco más de compromiso, tal vez quedan cinco. Nuestro deseo es que los que están estudiando acá, algún día puedan trabajar arriba del escenario y presentarse a casting en otras obras. Por ejemplo, dos chicos de acá están trabajando con Federico Herrera (el que hizo Ana Frank El musical), y van a hacer el Jorobado de Notre Dame en el Complejo Plaza de San Martín.
-Contanos acerca de las obras que estuvieron haciendo.
-El año pasado apostamos a la comedia dramática con el Show del terror. Era una obra muy televisiva, había bastante violencia en forma de discriminación y muchos adolescentes se prendieron. Incluso cuando cerramos el ciclo, después de haber estado en Capital, volvimos y estuvimos cuatro meses más acá para finalizar donde empezamos.
-Y actualmente, ¿qué obras están presentando?
-Hasta agosto seguimos con Robinhood... y Suamigoelnegro, que es una parodia y en julio se estrena el Cornudo Imaginario de Moliere. Este año decidimos apuntar al humor.
-¿Qué proyectos tienen?
-Tenemos pensado hacer más obras. Pedimos que nos traigan videos de otras compañías para que se muestren acá. Pero hasta ahora no vimos algo que nos convenza por el nivel de actuación y la puesta de escena. Queremos que lo nuestro sea lo peor, y así poder aprender. También vamos a apostar a más obras de producción nuestra, para poder estrenarlas en marzo del año próximo.
-¿Cómo se sienten después de estos primeros cuatro años?
-Estamos contentos porque ya hay un público que nos conoce, que vino a ver las obras o a tomar clases. La gente identifica Recre-Arte porque nosotros todos los sábados, una o dos horas antes del espectáculo, volanteamos caracterizados, y eso atrae mucho. Somos los únicos que lo hacemos en la zona, y además actuamos en la calle.
¿Qué vas a hacer el próximo sábado a la noche?
Alejandra Cinquemani - Julio 2004.
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