Muchas comisiones directivas pasaron por la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia durante estos ochenta años, pero el espíritu que le dio origen sigue intacto. Revalorizar la educación, la cultura, el saber, es su principal objetivo.
Ya anocheció en Ballester y, a pesar de que es 1º de Julio, no hace nada de frío. Lo que sí, hay una humedad tremenda que hece resbaladizos los escalones que llevan al 2º piso. Antes de terminar de subir la escalera, se escuchan los acordes de jazz que toca la Banda Sinfónica Municipal. La sala está repleta, por lo tanto, los más retrasados se quedan de pie a los costados de los asientos. Es el comienzo del festejo de los ochenta años de la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia.
Se respira un aire de alegría y también de nostalgia al recordar a quienes, durante estas ocho décadas, fueron dejando huellas de sus pasos en esta institución. Los músicos se retiran con un cálido aplauso dejando el escenario listo para recibir a una integrante de Los Poetas del Encuentro, María del Carmen Poyo Martínez, que deleitó al público con el recitado de un poema de Federico García Lorca. Y la celebración continúa con ocho magníficas interpretaciones de la Coral San Andrés. El regocijo no es sólo para los oídos sino también para los ojos. De las blancas paredes del recinto cuelgan más de veinte obras de arte como inauguración de la VI Muestra Colectiva de Artistas Plásticos de General San Martín. Una fuerte emoción embarga a los asistentes cuando un grupo interpreta el Himno Nacional Argentino en lengua de señas.
Como en toda fiesta de cumpleaños, no podía faltar la torta, el correspondiente canto que acompaña el soplido de las velitas y el pedido de deseos. La Presidenta, Sra. Graciela Gago, va de un lado a otro procurando atender a todos los invitados. Está al frente de la biblioteca desde hace cuatro años poniéndole el hombro a un arduo trabajo voluntario.
Hasta 1966, año en que se inaugura el edificio de dos pisos que linda con el Club Sportivo de Villa Ballester, funcionaba en las instalaciones de este establecimiento deportivo, pero siempre de forma autónoma. La biblioteca nace gracias a un gesto de grandeza de los integrantes de dos bibliotecas (“Junta Patriótica Argentina” y “Carolina Muzzilli”) que en el momento de su disolución, donaron sus libros y muebles al club. Así se empezó a escribir la historia de esta institución que, como muchas otras, tuvo que atravesar distintas situaciones sociales, económicas y políticas del país. El ímpetu y el espíritu aportado por todos los empleados e integrantes de las diferentes comisiones directivas es el motivo de su subsistencia durante tantos años. Por supuesto, el interés y el acercamiento de la comunidad ballesterense hacen de sostén y en ello se justifica su existencia. Se financia con el pago de la cuota de los socios y de los cursos, un subsidio anual de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, y un subsidio mensual de la Dirección General de Bibliotecas de la Provincia de Buenos Aires con el cual se paga el sueldo de la bibliotecaria y se compran libros. No reciben ningún otro aporte monetario ni donaciones de libros por parte de las editoriales.
La Presidenta comenta: “Vienen muchos chicos de las escuelas de la zona. La dificultad económica de adquirir libros de estudio hace que se acerquen a consultar el material acá y, cuando es necesario, sacan fotocopias”. Además de consultas en la biblioteca, los socios pueden retirar de a cuatro libros por diez días y renovar telefónicamente,sólo una vez, por otros diez días más. Cuentan con aproximadamente treinta mil libros, entre los cuales se pueden encontrar ejemplares de literatura de todos los tiempos, infantiles, de estudio para E.G.B, Polimodal y universitarios. Por un convenio con la Biblioteca Nacional de Maestros, funciona como biblioteca pedagógica habiendo un sector exclusivo dedicado a los docentes de los distintos niveles.
“Hace ya ocho años que, por pedido del Concejo Provincial de Educación, tenemos una escuela para adultos de lunes a viernes de 14 a 17 horas”, cuenta orgullosa Graciela. Otro servicio que se brinda es el dictado de cursos, por ejemplo yoga, inglés, guitarra, dibujo y pintura para niños y adultos, lengua de señas, grafología, computación, y teatro infantil y de adultos. Las escuelas y jardines de la zona pueden solicitar una visita a la biblioteca para que los niños tomen contacto directo con ella y con los libros en el rincón infantil.
Como todos los años, tienen planificado realizar el Salón Primavera durante los meses que le dan nombre. Se trata de una muestra de arte en la cual participan artistas de todo el país en dibujo, pintura y grabado. Un notable jurado elegirá las obras ganadoras y, en la jornada de cierre, se les hará entrega de una premiación a sus creadores. El secretario, Sr. Flavio Pontoni, pone su archivo histórico del Partido de San Martín a disposición de cualquier persona que le interese informarse acerca de los sucesos acontecidos en sus pagos.
Las bibliotecas populares son un refugio de la cultura y depende de la sociedad que lo sigan siendo para las futuras generaciones.
Alejandra Cinquemani - Julio 2005.
Ya anocheció en Ballester y, a pesar de que es 1º de Julio, no hace nada de frío. Lo que sí, hay una humedad tremenda que hece resbaladizos los escalones que llevan al 2º piso. Antes de terminar de subir la escalera, se escuchan los acordes de jazz que toca la Banda Sinfónica Municipal. La sala está repleta, por lo tanto, los más retrasados se quedan de pie a los costados de los asientos. Es el comienzo del festejo de los ochenta años de la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia.
Se respira un aire de alegría y también de nostalgia al recordar a quienes, durante estas ocho décadas, fueron dejando huellas de sus pasos en esta institución. Los músicos se retiran con un cálido aplauso dejando el escenario listo para recibir a una integrante de Los Poetas del Encuentro, María del Carmen Poyo Martínez, que deleitó al público con el recitado de un poema de Federico García Lorca. Y la celebración continúa con ocho magníficas interpretaciones de la Coral San Andrés. El regocijo no es sólo para los oídos sino también para los ojos. De las blancas paredes del recinto cuelgan más de veinte obras de arte como inauguración de la VI Muestra Colectiva de Artistas Plásticos de General San Martín. Una fuerte emoción embarga a los asistentes cuando un grupo interpreta el Himno Nacional Argentino en lengua de señas.
Como en toda fiesta de cumpleaños, no podía faltar la torta, el correspondiente canto que acompaña el soplido de las velitas y el pedido de deseos. La Presidenta, Sra. Graciela Gago, va de un lado a otro procurando atender a todos los invitados. Está al frente de la biblioteca desde hace cuatro años poniéndole el hombro a un arduo trabajo voluntario.
Hasta 1966, año en que se inaugura el edificio de dos pisos que linda con el Club Sportivo de Villa Ballester, funcionaba en las instalaciones de este establecimiento deportivo, pero siempre de forma autónoma. La biblioteca nace gracias a un gesto de grandeza de los integrantes de dos bibliotecas (“Junta Patriótica Argentina” y “Carolina Muzzilli”) que en el momento de su disolución, donaron sus libros y muebles al club. Así se empezó a escribir la historia de esta institución que, como muchas otras, tuvo que atravesar distintas situaciones sociales, económicas y políticas del país. El ímpetu y el espíritu aportado por todos los empleados e integrantes de las diferentes comisiones directivas es el motivo de su subsistencia durante tantos años. Por supuesto, el interés y el acercamiento de la comunidad ballesterense hacen de sostén y en ello se justifica su existencia. Se financia con el pago de la cuota de los socios y de los cursos, un subsidio anual de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, y un subsidio mensual de la Dirección General de Bibliotecas de la Provincia de Buenos Aires con el cual se paga el sueldo de la bibliotecaria y se compran libros. No reciben ningún otro aporte monetario ni donaciones de libros por parte de las editoriales.
La Presidenta comenta: “Vienen muchos chicos de las escuelas de la zona. La dificultad económica de adquirir libros de estudio hace que se acerquen a consultar el material acá y, cuando es necesario, sacan fotocopias”. Además de consultas en la biblioteca, los socios pueden retirar de a cuatro libros por diez días y renovar telefónicamente,sólo una vez, por otros diez días más. Cuentan con aproximadamente treinta mil libros, entre los cuales se pueden encontrar ejemplares de literatura de todos los tiempos, infantiles, de estudio para E.G.B, Polimodal y universitarios. Por un convenio con la Biblioteca Nacional de Maestros, funciona como biblioteca pedagógica habiendo un sector exclusivo dedicado a los docentes de los distintos niveles.
“Hace ya ocho años que, por pedido del Concejo Provincial de Educación, tenemos una escuela para adultos de lunes a viernes de 14 a 17 horas”, cuenta orgullosa Graciela. Otro servicio que se brinda es el dictado de cursos, por ejemplo yoga, inglés, guitarra, dibujo y pintura para niños y adultos, lengua de señas, grafología, computación, y teatro infantil y de adultos. Las escuelas y jardines de la zona pueden solicitar una visita a la biblioteca para que los niños tomen contacto directo con ella y con los libros en el rincón infantil.
Como todos los años, tienen planificado realizar el Salón Primavera durante los meses que le dan nombre. Se trata de una muestra de arte en la cual participan artistas de todo el país en dibujo, pintura y grabado. Un notable jurado elegirá las obras ganadoras y, en la jornada de cierre, se les hará entrega de una premiación a sus creadores. El secretario, Sr. Flavio Pontoni, pone su archivo histórico del Partido de San Martín a disposición de cualquier persona que le interese informarse acerca de los sucesos acontecidos en sus pagos.
Las bibliotecas populares son un refugio de la cultura y depende de la sociedad que lo sigan siendo para las futuras generaciones.
Alejandra Cinquemani - Julio 2005.
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